Después de un año de durísima investigación, un equipo de psicólogos británicos ha conseguido lo que parecía imposible: descubrir el chiste más divertido del mundo. Un grupo de sesudos expertos, dirigido por el profesor Richard Wiseman de la Universidad de Hertfordshire y financiado por la respetadísima Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, se ha pasado un año en busca del chascarrillo más ocurrente del planeta.
Para lograr este objetivo, los científicos han analizado meticulosamente un total de 40.000 chistes procedentes de 70 países, sometiéndolos al dictamen de casi dos millones de personas a través de Internet. Finalmente fue el chiste de los cazadores el que se impuso como ganador “por su capacidad de dirigirse tanto a hombres como a mujeres, a gente de todas las edades y a personas de países con diferentes sentidos del humor”, sentencia echando mano de sus conocimientos psicológicos el doctor Wiseman:
«Una pareja de amigos cazadores se encuentra en el bosque dispuesta a practicar su deporte favorito cuando, de repente, uno de ellos cae desplomado al suelo, con los ojos en blanco y al parecer sin respiración.
El otro cazador desenfunda rápidamente el teléfono móvil y llama a los servicios de emergencia:
'Oiga, mi amigo se ha muerto, mi amigo se ha muerto, ¿qué puedo hacer?', le urge a la persona al otro lado del aparato.
'Oiga, mi amigo se ha muerto, mi amigo se ha muerto, ¿qué puedo hacer?', le urge a la persona al otro lado del aparato.
La telefonista, con voz calmada, le responde: 'Tranquilícese. Yo estoy aquí para ayudarle. Y lo primero que debemos hacer es comprobar si su amigo está realmente muerto'.
Se hace un silencio en la línea y, al cabo de un rato, se escucha un tiro.
El cazador vuelve a ponerse al teléfono: 'Bueno, eso ya esta resuelto. ¿Y ahora qué?».
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