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jueves, 30 de septiembre de 2010
miércoles, 9 de junio de 2010
Discurso de "El gran dictador" (1940, Charles Chaplin)
"El gran dictador" (1940), aclamada película escrita y dirigida por Charles Chaplin, cumple 70 años desde su exhibición por primera vez. Filmada entre las dos grandes guerras mundiales, aún hoy podemos adaptar el mensaje visionario de Chaplin a la realidad de nuestros días, suplantando a los dictadores por las grandes corporaciones bancarias, fondos de inversión o grupos especulativos, que nos han arrastrado a la deuda que hoy sufrimos y que amenaza rápidamente nuestro "estado del bienestar".
Un humilde barbero judío tiene un parecido asombroso con el dictador de la nación Tomania, que promete sacar adelante y que culpa a los judíos de la situación del país. El dictador ataca al país fronterizo, pero es confundido con el barbero por sus propios guardias, siendo ingresado en un campo de concentración. Simultáneamente, el pobre barbero es confundido con el dictador y será conducido a dar un discurso sobre el inicio de la conquista del mundo... FILMAFFINITY
Un humilde barbero judío tiene un parecido asombroso con el dictador de la nación Tomania, que promete sacar adelante y que culpa a los judíos de la situación del país. El dictador ataca al país fronterizo, pero es confundido con el barbero por sus propios guardias, siendo ingresado en un campo de concentración. Simultáneamente, el pobre barbero es confundido con el dictador y será conducido a dar un discurso sobre el inicio de la conquista del mundo... FILMAFFINITY
domingo, 14 de marzo de 2010
Cómic - José de Viera y Clavijo: "Así lo recuerdo"

En tal sentido, el Gobierno de Canarias también ha publicado, con textos de Antonio Becerra Bolaños y dibujos de Alberto Hernánez, un cómic titulado José de Viera y Clavijo: "Así lo recuerdo", de 12 páginas y dirigido a niños y niñas a partir de los 9 años, donde se realiza un breve repaso a la trayectoria de este insigne ilustrado canario.
Poco antes de morir, Viera y Clavijo (1730-1813) escribe desde su casa en Las Palmas de Gran Canaria un informe de su vida y de su obra. Su nacimiento, en el Realejo Alto; su infancia y adolescencia en el Puerto de la Cruz; su estancia en La Laguna; su viaje a Madrid, desde donde viajará por Europa y conocerá a algunos de los personajes más importantes de su tiempo, y su regreso a las Islas; su interés por la historia y por la ciencia, y su preocupación, sobre todo, por Canarias. Viera fue un ejemplo de precocidad: a los 14 años de edad escribió la novela Vida del noticioso Jorge Sargo, un ejemplo de precocidad y de amor por las letras que lo acompañaría durante su larga vida. La obra fundamental del polígrafo, las Noticias de la Historia General de Canarias, comenzó a publicarse en Madrid en 1772.
NOTA de PRENSA del Gobierno de Canarias.
José de Viera y Clavijo: "Así lo recuerdo" (Cómic - Textos: Antonio Becerra Bolaños; Dibujos: Alberto Herná...
NOTA de PRENSA del Gobierno de Canarias.
José de Viera y Clavijo: "Así lo recuerdo" (Cómic - Textos: Antonio Becerra Bolaños; Dibujos: Alberto Herná...
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Literatura: Cómics
jueves, 21 de enero de 2010
martes, 19 de enero de 2010
Exposición: "La revolución sobre el papel. Impresos mexicanos 1910-1960" (The British Museum, hasta el 5 de abril de 2010)

Los grandes muralistas revolucionarios, como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco o Diego Rivera, no solo ilustraron paredes con sus mensajes: también crearon carteles, folletos, dibujos, libros y litografías en los que transmitían los valores del régimen revolucionario. Esta muestra exhibe buena parte de esas creaciones, la mayor parte de las cuales se imprimieron en el mítico Taller de Gráfica Popular, fundado en 1937 en México D.F. (www.revistaaltair.com)
Selección de impresos: http://www.britishmuseum.org/whats_on/future_exhibitions/mexican_prints_1910%e2%80%931960/highlight_objects.aspx


Vídeo introductorio: http://www.britishmuseum.org/about_this_site/all_video_and_audio/exhibition_videos_-_current/mexican_prints_-_video.aspx
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lunes, 14 de diciembre de 2009
jueves, 12 de marzo de 2009
Exploración en 3D de "Guernica" (Picasso) por la artista Lena Gieseke
Lena Gieseke, artista estadounidense de origen alemán, ha realizado un montaje tridimensional del cuadro Guernica de Pablo Picasso, donde podemos realizar un recorrido virtual a través del mismo, descubriendo las líneas, formas y colores que lo componen para, finalmente, crear una expresión unitaria de la obra. Fascinante trabajo artístico que nos seduce a modo de rompecabezas.
Enlace de la VERSIÓN en 3D: http://www.lena-gieseke.com/guernica/movie.html
Música: "Nana", de Manuel de Falla, que forma parte de las “Siete canciones populares españolas”, arregladas por Ana Ruth Bermúdez y Rene Izquierdo para violonchelo (Christopher Johns) y guitarra (Matthew Anderson).
Guernica es un famoso cuadro de Pablo Picasso, pintado en los meses de mayo y junio de 1937, cuyo título alude al bombardeo de Guernica ocurrido el 26 de abril de dicho año, durante la Guerra Civil Española. Fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el Pabellón Español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española.
En la década de 1940, puesto que en España se había instaurado el régimen dictatorial del general Franco, Picasso optó por dejar que el cuadro fuese custodiado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando volviese al país la democracia. La obra llegó finalmente a España en 1981, donde fue primero exhibido en el Casón del Buen Retiro, y luego, desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente.
Su interpretación es objeto de polémica, pero su valor artístico está fuera de discusión. No sólo es considerado una de las obras más importantes del arte del siglo XX, sino que se ha convertido en un auténtico "icono del siglo XX", símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos. WIKIPEDIA
Más información acerca de la historia y descripción del cuadro: http://es.wikipedia.org/wiki/Guernica_(cuadro)
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martes, 20 de enero de 2009
domingo, 18 de enero de 2009
Mario Vargas Llosa: "Morir en Gaza" (El País)
Hay alguna posibilidad de que la invasión militar de Israel a Gaza "destroce la infraestructura terrorista" de Hamás -objetivo oficial de la operación- y ponga fin al lanzamiento de cohetes artesanales de los integristas palestinos que controlan la Franja sobre las ciudades israelíes de la frontera? Yo creo que ninguna y que, más bien, esta operación militar en la que, hasta el momento de escribir estas líneas, han muerto ya más de 600 palestinos, entre ellos gran número de niños y civiles inocentes, y causado millares de heridos, tendrá el efecto de una poda en la comunidad palestina de la que Hamás saldrá reforzada y muy disminuido el sector moderado, es decir, la Autoridad Nacional Palestina liderada por Mahmud Abbas.
Para que la razón esgrimida como justificación del ataque por Ehud Olmert y sus ministros tuviera visos de realidad, Israel debería volver a ocupar Gaza con un enorme despliegue militar permanente o perpetrar un genocidio que ni siquiera los más fanatizados de sus halcones se atreverían a asumir, ni, esperemos, el resto del mundo toleraría, aunque la opinión pública internacional ha mostrado ya más de una vez una supina indiferencia en lo que respecta a la suerte de los palestinos. La verdad de los hechos es que, por más feroz que haya sido el castigo infligido por el Ejército de Israel a Gaza, y precisamente debido al sentimiento de impotencia y odio por lo ocurrido del millón y medio de palestinos que viven hambreados y medio asfixiados en esa ratonera, lo probable es que, una vez que el Tsahal se retire de la Franja y se restablezca "la paz", las acciones terroristas se renueven con nuevos bríos y un deseo de venganza atizado por los sufrimientos de estos días.
Los defensores de los bombardeos y la invasión responden a sus críticos con esta pregunta: "¿Hasta cuándo puede resistir un país que sus ciudades sean víctimas de cohetes terroristas lanzados desde sus fronteras a lo largo de días y meses por una organización como Hamás que no reconoce la existencia de Israel ni oculta su propósito de acabar con él?". La pregunta es muy pertinente, desde luego, y nadie que no sea un fanático o un terrorista puede justificar el acoso criminal constante de Hamás contra las poblaciones civiles de Israel. Ahora bien, si se trata de buscar las causas del conflicto es, a mi juicio, deshonesto quedarse sólo allí, en los cohetes artesanales de Hamás, y no retroceder un poco más en el tiempo para entender -lo que no quiere decir justificar, claro está- lo que sucede en ese explosivo rincón del mundo.
La victoria electoral que llevó a Hamás al poder en la Franja no fue un acto de adhesión masivo de los palestinos de Gaza al fanatismo integrista ni a las acciones terroristas sino un rechazo perfectamente legítimo de los ciudadanos a la ineficiencia y, sobre todo, a la descarada corrupción de los dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina. Y, también, un típico acto autodestructivo al que los seres humanos, individuos o colectividades, son propensos cuando llegan a situaciones límite, de indefensión y desesperación totales.
Desde luego que la retirada de Israel de Gaza y el abandono de los 21 asentamientos de colonos que allí había, en el verano de 2005, despertó grandes esperanzas de que este gesto impulsara el proceso de paz que debería conducir a la creación de un Estado Palestino que coexistiera con Israel y le garantizase su seguridad en el futuro. No sólo no ocurrió así. Hamás se alzó con el poder y sus disputas con Al Fatah -con tiroteos y asesinatos de por medio-, por una parte, y, por otra, la política de Israel de incomunicar a Gaza y mantenerla en una suerte de cuarentena implacable, impidiéndole exportar e importar, cerrándole el uso del aire y del mar, permitiendo que sus pobladores salieran de ese gueto sólo a cuentagotas y después de trámites abrumadores y humillantes, contribuyeron al gran "fracaso económico" que hoy día los halcones de Israel exhiben como prueba de la incompetencia de los palestinos para gobernarse a sí mismos.
Me pregunto si algún país en el mundo hubiera podido progresar y modernizarse en las condiciones atroces de existencia de la gente de Gaza. Nadie me lo ha contado, no soy víctima de ningún prejuicio contra Israel, un país que siempre defendí, y sobre todo cuando era víctima de una campaña internacional orquestada por Moscú que apoyaba toda la izquierda latinoamericana. Yo lo he visto con mis propios ojos. Y me he sentido asqueado y sublevado por la miseria atroz, indescriptible, en que languidecen, sin trabajo, sin futuro, sin espacio vital, en las cuevas estrechas e inmundas de los campos de refugiados o en esas ciudades atestadas y cubiertas por las basuras, donde se pasean las ratas a la vista y paciencia de los transeúntes, esas familias palestinas condenadas sólo a vegetar, a esperar que la muerte venga a poner fin a esa existencia sin esperanza, de absoluta inhumanidad, que es la suya. Son esos pobres infelices, niños y viejos y jóvenes, privados ya de todo lo que hace humana la vida, condenados a una agonía tan injusta y tan larval como la de los judíos en los guetos de la Europa nazi, los que ahora están siendo masacrados por los cazas y los tanques de Israel, sin que ello sirva para acercar un milímetro la ansiada paz. Por el contrario, los cadáveres y ríos de sangre de estos días sólo servirán para alejarla y levantar nuevos obstáculos y sembrar más resentimiento y rabia en el camino de la negociación.
Todo esto lo saben, mucho mejor que yo o que cualquier observador, los dirigentes de Israel, que pueden haber perdido los sentimientos y la moral, pero no la inteligencia. La clase dirigente israelí es de muy alto nivel, bastante más culta y preparada que la del promedio occidental. Y, si es así, ¿para qué desatar una operación militar que no va a acabar con el terrorismo de los fanáticos de Hamás y que, en cambio, va a servir para desprestigiar a un Estado que con acciones punitivas como ésta ha perdido ya esa superioridad moral que tuvo sobre sus enemigos en el pasado, por ejemplo cuando Yitzhak Rabin firmó los Acuerdos de Oslo de 1993?
Creo que la respuesta es la siguiente: desde el fracaso de las negociaciones de Camp David y de Taba del año 2000-2001, en las que el Gobierno israelí presidido por Ehud Barak estuvo dispuesto a hacer unas importantes concesiones que Arafat cometió la insensatez de rechazar, la sociedad israelí, profundamente decepcionada, ha vivido un proceso de derechización radical y, en su gran mayoría, llegado a la conclusión de que no hay acuerdo razonable posible con los palestinos. Y que, por lo tanto, sólo una política de fuerza, de represión y castigo sistemáticos, los doblegará, haciéndoles aceptar, al final, una paz impuesta según las condiciones de Israel. Esto explica la popularidad que tuvo Ariel Sharon y el crecimiento del apoyo al movimiento de los colonos que siguen instalando asentamientos por doquier en Cisjordania y a la construcción del Muro que aísla, cuartea y reduce como una piel de zapa a la Cisjordania palestina. Y esto explica, también, que, desde que empezaron a llover las bombas sobre Gaza, haya subido como flecha la popularidad de los laboristas de Ehud Barak, el actual ministro de Defensa, y de la líder de Kadima, la canciller Tzipi Livni, quienes, gracias a la operación militar contra Gaza, han recortado la ventaja que les llevaba, cara a las próximas elecciones, el conservador Benjamín Netanyahu. No hay que olvidar que, según las encuestas, más de dos tercios de los israelíes aprueban la acción militar contra Gaza.
"Nuestros corazones se han endurecido y nuestros ojos se han nublado", dice el periodista israelí Gideon Levy, en un artículo aparecido en el diario Haaretz el 4 de enero de 2009, comentando la incursión del Tsahal en Gaza. Como todo lo que escribe, su texto transpira decencia, lucidez y coraje. Es un lamento por esa progresiva desaparición de la moral en la vida política de su país, aquel fenómeno que, según Albert Camus, precede siempre los cataclismos históricos, y una crítica a esos intelectuales progresistas como Amos Oz y David Grossman que, antes, solían protestar con energía contra hechos como el bombardeo de Gaza y ahora, tímidamente, reflejando la involución generalizada de la vida política israelí, sólo se animan a reclamar la paz. Gracias por demostrarnos que todavía quedan justos en Israel, amigo Gideon Levy.Para que la razón esgrimida como justificación del ataque por Ehud Olmert y sus ministros tuviera visos de realidad, Israel debería volver a ocupar Gaza con un enorme despliegue militar permanente o perpetrar un genocidio que ni siquiera los más fanatizados de sus halcones se atreverían a asumir, ni, esperemos, el resto del mundo toleraría, aunque la opinión pública internacional ha mostrado ya más de una vez una supina indiferencia en lo que respecta a la suerte de los palestinos. La verdad de los hechos es que, por más feroz que haya sido el castigo infligido por el Ejército de Israel a Gaza, y precisamente debido al sentimiento de impotencia y odio por lo ocurrido del millón y medio de palestinos que viven hambreados y medio asfixiados en esa ratonera, lo probable es que, una vez que el Tsahal se retire de la Franja y se restablezca "la paz", las acciones terroristas se renueven con nuevos bríos y un deseo de venganza atizado por los sufrimientos de estos días.
Los defensores de los bombardeos y la invasión responden a sus críticos con esta pregunta: "¿Hasta cuándo puede resistir un país que sus ciudades sean víctimas de cohetes terroristas lanzados desde sus fronteras a lo largo de días y meses por una organización como Hamás que no reconoce la existencia de Israel ni oculta su propósito de acabar con él?". La pregunta es muy pertinente, desde luego, y nadie que no sea un fanático o un terrorista puede justificar el acoso criminal constante de Hamás contra las poblaciones civiles de Israel. Ahora bien, si se trata de buscar las causas del conflicto es, a mi juicio, deshonesto quedarse sólo allí, en los cohetes artesanales de Hamás, y no retroceder un poco más en el tiempo para entender -lo que no quiere decir justificar, claro está- lo que sucede en ese explosivo rincón del mundo.
La victoria electoral que llevó a Hamás al poder en la Franja no fue un acto de adhesión masivo de los palestinos de Gaza al fanatismo integrista ni a las acciones terroristas sino un rechazo perfectamente legítimo de los ciudadanos a la ineficiencia y, sobre todo, a la descarada corrupción de los dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina. Y, también, un típico acto autodestructivo al que los seres humanos, individuos o colectividades, son propensos cuando llegan a situaciones límite, de indefensión y desesperación totales.
Desde luego que la retirada de Israel de Gaza y el abandono de los 21 asentamientos de colonos que allí había, en el verano de 2005, despertó grandes esperanzas de que este gesto impulsara el proceso de paz que debería conducir a la creación de un Estado Palestino que coexistiera con Israel y le garantizase su seguridad en el futuro. No sólo no ocurrió así. Hamás se alzó con el poder y sus disputas con Al Fatah -con tiroteos y asesinatos de por medio-, por una parte, y, por otra, la política de Israel de incomunicar a Gaza y mantenerla en una suerte de cuarentena implacable, impidiéndole exportar e importar, cerrándole el uso del aire y del mar, permitiendo que sus pobladores salieran de ese gueto sólo a cuentagotas y después de trámites abrumadores y humillantes, contribuyeron al gran "fracaso económico" que hoy día los halcones de Israel exhiben como prueba de la incompetencia de los palestinos para gobernarse a sí mismos.
Me pregunto si algún país en el mundo hubiera podido progresar y modernizarse en las condiciones atroces de existencia de la gente de Gaza. Nadie me lo ha contado, no soy víctima de ningún prejuicio contra Israel, un país que siempre defendí, y sobre todo cuando era víctima de una campaña internacional orquestada por Moscú que apoyaba toda la izquierda latinoamericana. Yo lo he visto con mis propios ojos. Y me he sentido asqueado y sublevado por la miseria atroz, indescriptible, en que languidecen, sin trabajo, sin futuro, sin espacio vital, en las cuevas estrechas e inmundas de los campos de refugiados o en esas ciudades atestadas y cubiertas por las basuras, donde se pasean las ratas a la vista y paciencia de los transeúntes, esas familias palestinas condenadas sólo a vegetar, a esperar que la muerte venga a poner fin a esa existencia sin esperanza, de absoluta inhumanidad, que es la suya. Son esos pobres infelices, niños y viejos y jóvenes, privados ya de todo lo que hace humana la vida, condenados a una agonía tan injusta y tan larval como la de los judíos en los guetos de la Europa nazi, los que ahora están siendo masacrados por los cazas y los tanques de Israel, sin que ello sirva para acercar un milímetro la ansiada paz. Por el contrario, los cadáveres y ríos de sangre de estos días sólo servirán para alejarla y levantar nuevos obstáculos y sembrar más resentimiento y rabia en el camino de la negociación.
Todo esto lo saben, mucho mejor que yo o que cualquier observador, los dirigentes de Israel, que pueden haber perdido los sentimientos y la moral, pero no la inteligencia. La clase dirigente israelí es de muy alto nivel, bastante más culta y preparada que la del promedio occidental. Y, si es así, ¿para qué desatar una operación militar que no va a acabar con el terrorismo de los fanáticos de Hamás y que, en cambio, va a servir para desprestigiar a un Estado que con acciones punitivas como ésta ha perdido ya esa superioridad moral que tuvo sobre sus enemigos en el pasado, por ejemplo cuando Yitzhak Rabin firmó los Acuerdos de Oslo de 1993?
Creo que la respuesta es la siguiente: desde el fracaso de las negociaciones de Camp David y de Taba del año 2000-2001, en las que el Gobierno israelí presidido por Ehud Barak estuvo dispuesto a hacer unas importantes concesiones que Arafat cometió la insensatez de rechazar, la sociedad israelí, profundamente decepcionada, ha vivido un proceso de derechización radical y, en su gran mayoría, llegado a la conclusión de que no hay acuerdo razonable posible con los palestinos. Y que, por lo tanto, sólo una política de fuerza, de represión y castigo sistemáticos, los doblegará, haciéndoles aceptar, al final, una paz impuesta según las condiciones de Israel. Esto explica la popularidad que tuvo Ariel Sharon y el crecimiento del apoyo al movimiento de los colonos que siguen instalando asentamientos por doquier en Cisjordania y a la construcción del Muro que aísla, cuartea y reduce como una piel de zapa a la Cisjordania palestina. Y esto explica, también, que, desde que empezaron a llover las bombas sobre Gaza, haya subido como flecha la popularidad de los laboristas de Ehud Barak, el actual ministro de Defensa, y de la líder de Kadima, la canciller Tzipi Livni, quienes, gracias a la operación militar contra Gaza, han recortado la ventaja que les llevaba, cara a las próximas elecciones, el conservador Benjamín Netanyahu. No hay que olvidar que, según las encuestas, más de dos tercios de los israelíes aprueban la acción militar contra Gaza.
Mario Vargas Llosa (EL PAÍS)
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Reflexiones
viernes, 26 de diciembre de 2008
La Antigua Roma 3D en Google Earth
El buscador de Internet Google ofrece un nuevo programa que permitirá viajar y descubrir la Roma Imperial con sólo un clic de ratón, gracias a una nueva capa incluida en la aplicación Google Earth. Sin moverse de casa, se podrá pasear por las calles empedradas del Foro romano, visitar el circo Máximo o el Coliseo en todo su esplendor, como era en el 320 d.C. El programa se basa en la gigantesca maqueta (que se encuentra en el museo de la Civiltà Romana) del arquitecto italiano Italo Gismondi (1887-1974), quien reconstruyó con todo detalle la antigua Roma.
El proyecto Roma Renace ha sido desarrollado por las universidades estadounidenses de Virginia y California, en colaboración con la Politécnica de Milán (norte de Italia). En total, el paseo virtual por la capital del Imperio Romano, la mayor metrópoli del mundo en el año 320, permite visualizar 6700 edificios, once de ellos también desde el interior como el Tabularium o el Templo de Vesta, y están acompañados por 250 textos explicativos. EL PAÍS
earth.google.com/rome
Ejemplo: El Coliseo (Colosseum en latín), originalmente denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), gran edificio situado en el centro de la ciudad de Roma.
El proyecto Roma Renace ha sido desarrollado por las universidades estadounidenses de Virginia y California, en colaboración con la Politécnica de Milán (norte de Italia). En total, el paseo virtual por la capital del Imperio Romano, la mayor metrópoli del mundo en el año 320, permite visualizar 6700 edificios, once de ellos también desde el interior como el Tabularium o el Templo de Vesta, y están acompañados por 250 textos explicativos. EL PAÍS
earth.google.com/rome
Ejemplo: El Coliseo (Colosseum en latín), originalmente denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), gran edificio situado en el centro de la ciudad de Roma.

El Coliseo virtual.

Instrucciones para VER la "capa" de Roma Antigua 3D en Google Earth:
1.- Desactivar la capa "Edificios 3D" y otras capas que puedan interferir con nuestra vista.
2.- Activar la capa "Antigua Roma 3D", que se encuentra en la carpeta "Galería".
3.- Escribir Roma en la ventana de "Volar a" y acercar la imagen hasta ver las marcas de posición con iconos amarillos.
4.- Abrir alguno de estos iconos para ver información acerca de los edificios.
5.- En la parte inferior de la descripción, debajo del enlace "Download Terrain and 3D Building models of Ancient Rome" (Descargar Terreno y Edificios 3D de la Antigua Roma), hacer "clic" en "Ancient Terrain" (Terreno Antiguo), lo cual descargará el terreno antiguo y tapará la actual ciudad. Necesitaremos algunos minutos, dependiendo de nuestra conexión a Internet.
6.- Abrir otra marca de posición amarilla y buscar el próximo vínculo con la rúbrica "Ancient Rome Landmarks (250 edificios)". Después de hacer "clic" sobre el mismo y esperar otros tantos minutos en función, nuevamente, de nuestra conexión a Internet, podremos comenzar a movernos entre los antiguos edificios de Roma.
7.- Si somos más ambiciosos, y poseemos un ordenador potente, también podemos abrir el tercer vínculo para descargar varios miles de edificios simplificados de todos los existentes en esa época.
2.- Activar la capa "Antigua Roma 3D", que se encuentra en la carpeta "Galería".
3.- Escribir Roma en la ventana de "Volar a" y acercar la imagen hasta ver las marcas de posición con iconos amarillos.
4.- Abrir alguno de estos iconos para ver información acerca de los edificios.
5.- En la parte inferior de la descripción, debajo del enlace "Download Terrain and 3D Building models of Ancient Rome" (Descargar Terreno y Edificios 3D de la Antigua Roma), hacer "clic" en "Ancient Terrain" (Terreno Antiguo), lo cual descargará el terreno antiguo y tapará la actual ciudad. Necesitaremos algunos minutos, dependiendo de nuestra conexión a Internet.
6.- Abrir otra marca de posición amarilla y buscar el próximo vínculo con la rúbrica "Ancient Rome Landmarks (250 edificios)". Después de hacer "clic" sobre el mismo y esperar otros tantos minutos en función, nuevamente, de nuestra conexión a Internet, podremos comenzar a movernos entre los antiguos edificios de Roma.
7.- Si somos más ambiciosos, y poseemos un ordenador potente, también podemos abrir el tercer vínculo para descargar varios miles de edificios simplificados de todos los existentes en esa época.
Para apreciar realmente la ciudad, es conveniente sabér navegar por Google Earth. En la guía del usuario de Google Earth se ofrecen algunos consejos sobre cómo navegar en Google Earth y si, además, tenemos un SpaceNavigator, tendremos lo mejor para volar por la ciudad y apreciarla con Google Earth.
Las descripciones de las marcas de posición tienen más vínculos para obtener más información. Y los edificios 3D realmente ayudan a comprender cómo era la ciudad. GOOGLE EARTH BLOG
Las descripciones de las marcas de posición tienen más vínculos para obtener más información. Y los edificios 3D realmente ayudan a comprender cómo era la ciudad. GOOGLE EARTH BLOG
jueves, 25 de diciembre de 2008
"Historia de una idea...", la Cruz Roja en formato cómic (Moebius)

Alcanzó la celebridad como dibujante del western El Teniente Blueberry, que guionizaba Jean-Michel Charlier y se publicaba en la revista Pilote. En 1974 formó el grupo de los "Humanoides Asociados" con otros autores como Philippe Druillet, Dionnet y Farkas. Juntos editarían la revista "Metal Hurlant", donde Jean Giraud (ahora con el seudónimo "Moebius") se revelaría como autor completo en renovadoras series de fantasía y ciencia ficción como Arzach (1975) o El garaje hermético (1976). En 1980, inició con la saga de El Incal su fructífera colaboración con el guionista Alejandro Jodorowsky. Desde el año 1988, cuando vio Akira, ha sido gran fan del estilo de dibujo japonés, en especial de Katsuhiro Otomo y de Yukito Kishiro (quien a la vez también esta muy influenciado por el estilo franco-belga de Frank Miller o el propio Jean Giraud), y sus obras se han visto influenciadas por este hecho. WIKIPEDIA
En el caso concreto que nos ocupa, “Historia de una idea: el movimiento internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde 1859 hasta nuestros días”, es un cómic que Moebius (Jean Giraud) dibuja para explicarnos, de forma didáctica, la historia y actividades de esta organización humanitaria.
Cruz Roja en CÓMIC
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Historia,
Literatura: Cómics,
Solidaridad (ONG)
jueves, 4 de diciembre de 2008
Fotos históricas
Desde 1955 a 2007, las fotografías ganadoras del World Press Photo (www.worldpressphoto.org) muestran de forma muy gráfica medio siglo de fotoperiodismo mundial. Las recoge en una de sus galerías el sitio fotográfico en español PHK, que tiene también otras ofertas visuales interesantes.
CIBERPAÍS
http://www.phk.es/curiosidades/50-mejores-fotos-I/
http:// www.phk.es/curiosidades/50-mejores-fotos-II/
CIBERPAÍS
http://www.phk.es/curiosidades/50-mejores-fotos-I/
http:// www.phk.es/curiosidades/50-mejores-fotos-II/
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domingo, 30 de noviembre de 2008
Gabriel Jackson: ¿se puede dar por cerrada la Guerra Civil?
Todas las guerras son crueles, y las guerras civiles parecen especialmente crueles porque dividen familias, clases sociales y hermandades profesionales dentro de un mismo país. Pero la forma de terminarlas puede influir de manera considerable en las actitudes de los supervivientes y de generaciones posteriores.
En el caso de la guerra civil de Estados Unidos, la guerra de secesión, la victoria del norte hizo que Estados Unidos siguiera siendo una sola nación y que se aboliera la esclavitud en toda esa nación, incluida la zona de la derrotada Confederación sudista. Inmediatamente después de la rendición del general Robert E. Lee, el presidente Abraham Lincoln y el general en jefe Ulysses Grant ordenaron a los líderes sudistas que disolvieran sus tropas, regresaran a sus casas y reanudaran sus ocupaciones en la vida civil. Como en todas las guerras, se habían producido asesinatos y crueldades innecesarias, pero no había habido campos de concentración para los vencidos ni una política de encarcelamiento prolongado ni ejecuciones sin fin por parte del gobierno victorioso.
A largo plazo, el fin de la guerra de secesión y la restauración de la democracia constitucional en los antiguos Estados confederados significaron también que, como la clase dirigente blanca volvió a sus posiciones de poder, los antiguos esclavos y sus hijos se vieron legalmente privados de los derechos que tenían los ciudadanos blancos. Hubo que esperar a la década de 1960, un siglo después de la guerra, tras la plena participación de soldados negros en la defensa de la democracia occidental en dos guerras mundiales y después de decenios de lucha de un movimiento de derechos civiles, para que un presidente blanco y originario del Sur, Lyndon Johnson, firmara las leyes de derechos civiles que, por fin, permitieron que los negros estadounidenses fueran ciudadanos de pleno derecho, hasta desembocar en el hecho de que acabemos de elegir a un presidente negro. Y, a lo largo del siglo XX, cuando personas del norte como el que esto escribe viajábamos por diversos Estados del sur, veíamos con frecuencia estatuas de Robert E. Lee y otros héroes políticos y militares de la Confederación derrotada, pero nunca se nos ocurrió exigir que quitaran esas estatuas.
¡Qué distintos fueron el desarrollo y las consecuencias de la Guerra Civil en España! El propósito del alzamiento militar de julio no fue liberar a esclavos ni defender un Gobierno democrático legítimo, sino destruir el primer -y muy imperfecto- experimento de democracia política en España y eliminar físicamente, dentro o fuera del campo de batalla, a todos aquellos a quienes se consideraba comunistas, ateos, anarquistas, masones, etcétera. Después llegó una dictadura de 36 años que incluyó miles de ejecuciones políticas -más en el primer decenio- y la continuación de sentencias de cárcel por motivos políticos y de esporádicas condenas a muerte hasta al final.
Sin embargo, para inmensa fortuna del sufrido pueblo español, el joven rey designado por Franco como sucesor y una parte importante de los hijos de la clase media y alta que había apoyado a Franco se habían convencido poco a poco de que a España le era mucho más beneficiosa una democracia constitucional que la continuación del Movimiento. Esta actitud y la sed de libertad de los vencidos y sus descendientes hicieron posible la transición de una dictadura militar de derechas a una monarquía democrática constitucional.
¿Por qué, entonces, han vuelto a convertirse la Guerra Civil y la dictadura posterior en objeto de enconadas disputas en la conciencia pública española?
El principal factor, en estos momentos, es la enorme diferencia de trato recibido por el recuerdo público de los muchos miles de víctimas de asesinatos según fueran personas partidarias del alzamiento militar o de la defensa de la república. Las víctimas de los paseos llevados a cabo por incontrolados anarquistas o agentes estalinistas recibieron honras fúnebres siempre que fue posible recuperar sus cuerpos y, en cualquier caso, durante toda la Guerra Civil y la dictadura de Franco, fueron objeto colectivo del homenaje de la Iglesia y el Estado.
Las víctimas, mucho más numerosas, de las incursiones falangistas en las prisiones y los juicios en tribunales de guerra sin un mínimo de defensa legal, seguidos de enterramientos de masas en tumbas anónimas, sólo podían ser recordadas en asustado silencio por sus familiares y amigos. Mientras Franco vivía, cualquier homenaje a su memoria era imposible; en los primeros 20 o 30 años de la Monarquía constitucional, la mayoría de la gente permaneció callada porque no había seguridad de cuánto iba a durar la libertad recién adquirida o porque aceptaba de mejor o peor grado la idea de que era mejor olvidarse del pasado, no “remover las brasas” de una guerra que, al fin y al cabo, había terminado hacía más de 50 años.
En mi opinión, si la reconciliación general de los dos bandos de la Guerra Civil dependiera sólo de restaurar la dignidad de los asesinados por la derecha y por la izquierda, sería posible dar por zanjada la cuestión en el contexto de la actual Ley de Memoria Histórica. Por comparar, si la gran mayoría de los alemanes ha reconocido los crímenes del régimen nazi; si la gran mayoría de los estadounidenses ha reconocido los crímenes colectivos de la esclavitud y posteriormente la segregación; y si la mayoría de los surafricanos ha aprobado el final del apartheid, no cabe duda de que la inmensa mayoría de los españoles podría reconocer el carácter criminal de una represión que duró décadas y ejecutó a más de 100.000 no combatientes.
Sin embargo, lo que ocurre en España, una parte importante del problema, es que la sociedad española en su conjunto no ha juzgado la dictadura de Franco como régimen criminal, en el mismo sentido en el que Alemania condenó el régimen nazi, Suráfrica condenó el apartheid y Estados Unidos condenó la esclavitud y el siglo de segregación que siguió al fin de la esclavitud. Existe una parte pequeña pero sustancial de la población española que opina que la palabra República no fue más que un sinónimo de incompetencia y desorden, que recuerda la violencia laboral, las amenazas contra la Iglesia y la burguesía y las promesas de uno u otro tipo de revolución colectivista en la primavera de 1936. Para esa minoría sustancial, el alzamiento militar fue un esfuerzo justificado, un pronunciamiento tradicional español como método para restablecer el orden público. Esas personas, aunque reconocen la extrema crueldad del régimen de Franco, consideran que la izquierda revolucionaria fue más responsable de la Guerra Civil y sus terribles consecuencias que el alzamiento del 18 de julio.
En estas circunstancias, con la opinión nacional fuertemente dividida, la Ley de Memoria Histórica cumple el propósito justo de permitir que las familias que perdieron a miembros en la salvaje represión franquista descubran todo lo posible, entre 30 y 70 años después, de los restos físicos de sus seres queridos, y que vean sus nombres limpios de acusaciones penales injustas. El Gobierno actual también ha actuado de manera honorable al conceder la ciudadanía a los exiliados republicanos y sus hijos, así como a los miembros de las Brigadas Internacionales que lucharon en defensa de la República. Y, desde luego, debería ser posible, aunque sin duda controvertido, anular por completo las condenas de prisión y muerte dictadas por los tribunales sin que se permitiera ninguna defensa ni se mostrara ninguna preocupación profesional por la veracidad de las acusaciones. Sin embargo, el trato reciente dado al esfuerzo del juez Garzón para documentar en la mayor medida posible las purgas mortales realizadas por los generales rebeldes y sus seguidores deja bien claro que muchos ciudadanos conservadores no creen que dichas purgas constituyeran crímenes contra la humanidad.
Existe un viejo dicho que siempre ha tenido un gran significado para mí como historiador: la verdad os hará libres. En realidad, me parece una frase demasiado categórica. Pero sí estoy convencido de que la voluntad de reconocer la verdad, por desagradable que sea, es un requisito indispensable para superar los recuerdos amargos que pueden transmitirse mientras no haya un relato claro, cualitativo y cuantitativo, de los crímenes cometidos por los militares rebeldes, la Falange, los “incontrolados”, los agentes estalinistas y la escoria criminal que, en cualquier sociedad, se aprovecha de los odios de clase y la desintegración del orden público.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Gabriel Jackson es historiador estadounidense.
EL PAÍS
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martes, 18 de marzo de 2008
El camino del Cid, nuevo documental de TVE

En el 800º aniversario del Cantar del Mío Cid, TVE (La 2, 21.35) estrena hoy una nueva serie documental que ilustra el recorrido por España de Rodrigo Díaz de Vivar.
Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, se ve obligado a dejar Castilla con la orden de abandonar el reino en un plazo de nueve días. Ha sido desterrado por el rey Alfonso VI. El Cid comienza así un largo viaje de más de 2.000 kilómetros por España en el que intentará recuperar la honra perdida.
Ocho capítulos que conducirán a los telespectadores por las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar a través del Camino del Cid, un itinerario turístico y cultural que atraviesa las provincias de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante, y por las que transcurrió el Campeador en su exilio por España.
La serie -que durará 45 minutos y se emitirá los martes- ha sido dirigida por el cineasta Francisco Rodríguez y será conducida por el actor Manuel Galiana -en su primera incursión en un documental-, que hará de narrador y guía de los espectadores en el largo viaje que se inicia hoy con Camino del destierro, el comienzo de la aventura, el primer capítulo, que cuenta el abandono forzoso del Cid de la provincia de Burgos. "Aprovechamos la serie para intentar desmitificar alguna leyenda", asegura Rodríguez, que explica que el documental intenta reflejar la figura de Rodrigo Díaz de Vivar como un "personaje muy dual, con muchas caras".
Además del retrato del Mío Cid, la serie hablará de la parte turística y gastronómica de las zonas que recorrió. Una ruta que transita por ocho provincias y cuatro comunidades autónomas, que ha sido recorrida por miles de viajeros y aventureros desde el siglo XIX. Un camino que es "pura aventura", según Galiana.
Para rodar el documental, coproducido por TVE y Sateco Documentalia, el equipo pidió asesoramiento al historiador José Luis Corral, experto en historia medieval. "La serie tiene el valor de recuperar para los españoles el imaginario colectivo adulterado, manipulado y falseado durante tanto tiempo sobre el Cid Campeador", aseguró Corral, que explicó que el documental recorre las zonas "más despobladas" de la península Ibérica.
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