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Maurice Jarre, padre de Jean-Michel Jarre, nació en Lyón en 1924. Era hijo de André Jarre, el director técnico de Radio Lyón, una emisora de música de variedades. "A los 16 años, mi padre me trajo discos de 78 revoluciones; cuando escuché la segunda rapsodia de Liszt, dirigida por Leopold Stokowski, comprendí que quería ser director de orquesta. Dediqué el bachillerato a estudiar las bases y me matriculé en el conservatorio de París. Era ya mayor para aprender algún instrumento, así que me apunté en la clase de percusión. Tenía 19 años y mis compañeros eran virtuosos niños de 12. Pero allí tuve un profesor, Charles Munich, que me enseñó que esta profesión es 50% talento y 50% de diplomacia", contó en cierta ocasión. Otro de sus maestros era Joseph Martenot, el inventor de la Onda Martenot, caja electrónica que anunciaba el futuro de la música. Un futuro que él empezó a poner en práctica en las veladas del teatro de Louis Barrault. Allí, en 1950, le descubría el actor y director Jean Vilar, quien le pedió su primera obra para un filme.
Pero el vuelco a su carrera no llegó hasta 1961, cuando el productor Sam Spiegel le contrató (junto a otros tres músicos) para trabajar con David Lean en Lawrence de Arabia. Maurice acabó desplazando a los otros compositores hasta apoderarse de la música de la película que le daría su primer Oscar. En 1965, llegaría Doctor Zivhago, con el mismo director, y el archifamoso Tema de Lara. Segundo Oscar para el francés. La hija de Ryan (1970) y Pasaje a la India (1984), que supuso su tercer y último Oscar, fueron las otras colaboraciones con Lean. La extensa filmografía de Jarre pasa por John Huston (El hombre que quiso reinar, El juez de la horca), Peter Weir (El año que vivimos peligrosamente, Único testigo, Mad Max III, La costa de los mosquitos...), William Wyler (El coleccionista), René Clement (Arde París), Alfred Hitchcock (Topaz), Henry Hathaway (El póquer de la muerte), Luchino Visconti (La caída de los dioses) o Völker Schlöndorff (El tambor de hojalata). Maurice Jarre solía decir que una mala banda sonora es como un café cargado de azúcar. Detestaba un mal subrayado y defendía las partituras imperceptiblemente ligadas a una imagen que luego no sería lo que es sin ellas. Ayer, las radios francesas emitieron una y otra vez su célebre Tema de Lara (Lean le pidió que pensara en su tierna novia al componerla) mientras el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, rendía el homenaje oficial a un hombre "fundamental en la historia del cine".
Elsa Fernández Santos (El País)
En el siguiente vídeo mostramos una presentación de bellas fotografías de Rusia al compás del más que conocido Tema de Lara, que compuso para la película Doctor Zhivago (1965, David Lean). Uno de los más grandes compositores de bandas sonoras de la historia del cine se nos ha ido, pero su música permanecerá para siempre en nuestra memoria. !Au revoir monsieur Jarre!
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