lunes, 15 de junio de 2009

Exposición en el Museo del Prado: "Joaquín Sorolla (1863 - 1923)" (hasta el 6 de septiembre)

El Museo del Prado presenta la mayor y más importante exposición antológica que se ha dedicado nunca a Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27 de febrero de 1863 - Cercedilla, 10 de agosto de 1923), el pintor español con mayor proyección internacional del siglo XIX. La exposición presenta más de un centenar de pinturas del artista, en un ambicioso recorrido el que se dan cita todas sus grandes obras maestras: La vuelta de la pesca (1894), procedente del Musée d’Orsay de París; Cosiendo la vela (1896), de la Galleria Internazionale d’Arte Moderna di Ca’Pesaro de Venecia; ¡Triste herencia! (1899) de la Colección Bancaja; Sol de la tarde (1903) de la Hispanic Society of America de Nueva York; El fotógrafo Christian Franzen (1903) de la Colección Lorenzana; o Desnudo de Mujer (1902) y El bote blanco. Jávea (1905), ambas de colección particular; ¡Aún dicen que el pescado es caro! (1894) o Chicos en la playa (1909), conservados en el Museo del Prado; El baño del caballo (1909), Paseo a la orilla del mar (1909) o La bata rosa (1916), entre otras, procedentes del Museo Sorolla en Madrid; así como el conjunto de los catorce monumentales paneles de sus Visiones de España pintados para la Hispanic Society of America y traídos a España por Bancaja en 2007.

FASES de un artista: (PÚBLICO)

- Costumbrista: El primer Sorolla encontró en el folklore un fértil terreno productivo. Bailes populares y patios valencianos ocupan su imaginario.

- Social: El auge de esta temática a finales del siglo XIX empujó a Sorolla a pintar sus celebrados Aún dicen que el pescado es caro (1894) y Triste herencia, que le valieron el reconocimiento internacional.

- Mediterráneo: Sus cuadros de escenas veraniegas en la Malvarrosa son una visión gozosa de la realidad, que se opone al pesimismo de la generación del 98.

- Retratos: Su mujer, Clotilde, sus tres hijos y amigos, como el fotógrafo Christian Franzen, fueron sus modelos más prolijos.

- Paisajes: Sus cuadros más desoladores recrean el patio de su casa, el mar cristalino de Jávea (Alicante) o la costa rocosa de Ibiza.

Sin duda, una magnífica ocasión para conocer la excelencia en el uso de la luz del inagotable y genial pintor impresionista español (más de 2.200 obras catalogadas).












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