martes, 10 de febrero de 2009

Astronomía, la poesía de la ciencia (2009, año internacional de la Astronomía)

Los astros que pueblan la noche han ejercido, desde el principio de los tiempos, una extraña fascinación en los hombres, despertando su admiración, curiosidad, temor o imaginación. Durante muchos siglos se creyó que la Tierra ocupaba el centro del cosmos, y que la bóveda celeste era la “morada de los dioses”. Nuestros antepasados levantaron monumentos a las estrellas, siendo el “cielo” el hilo conductor de nuestras creencias y de nuestra cultura.

En el año 1609, Galileo Galilei contempló por primera vez el cielo con un telescopio, realizando descubrimientos asombrosos que cambiaron la percepción del mundo para siempre. Y, con ocasión del 400 aniversario de este hecho relevante y la publicación de la Astronomía nova por Johannes Kepler, este recién estrenado 2009 ha sido declarado Año Internacional de la Astronomía (AIA 2009), a propuesta de la Unión Astronómica Internacional (UAI) y con el apoyo de la UNESCO. Esta celebración global de la Astronomía y de su contribución a la sociedad y al desarrollo de la humanidad tiene como objetivo principal motivar a los ciudadanos de todo el mundo a replantearse su lugar en el Universo a través del largo camino de descubrimientos llevados a cabo.

La Astronomía, considerada como la primera de las ciencias y la piedra angular sobre la cual se construyeron las demás disciplinas científicas, es, también, inagotable fuente de inspiración artística. En palabras de Julio Cortázar (Prosa del observatorio, 1972), su objetivo esencial es la “observación y la comprensión del espacio celeste”. En las últimas décadas, y gracias al progreso tecnológico, la Astronomía interesa cada día a mayor número de personas. Desde la imagen tópica del astrónomo escudriñando incansablemente con su lente el cielo en la soledad de la noche, se ha avanzado mucho: telescopios y satélites más grandes y con mejor precisión, estaciones internacionales en órbita, exploraciones que nos descubren visiones inéditas del universo… En este sentido, hoy en día, el Instituto Astrofísico de Canarias ocupa un lugar destacado en la investigación mundial, con proyectos que se encuentran en la vanguardia de la ciencia, como el de los agujeros negros. El “espacio” proporciona, además, numerosos beneficios para los seres humanos en la vida diaria, en ámbitos como las comunicaciones, la telemedicina, la tele-enseñanza, la agricultura, la protección del medio ambiente o la gestión de los desastres naturales.



Existen más estrellas en el firmamento que hombres sobre la Tierra, y con cada avance técnico, nuestro planeta parece cada vez más pequeño y más insignificante, aunque también es verdad que “sin la astronomía el hombre ignora la plaza que ocupa" (Aristóteles). El misterio no solamente permanece, sino que se agranda, en una paradoja científica sin parangón en otras ciencias. En cada noche estrellada un universo infinito, fantástico e inquietante se nos pone a nuestro alcance, y ello hace que nos replanteemos innumerables preguntas, de forma incesante, sobre los misterios del Universo y, en suma, sobre nuestra propia finitud o el “sentido de la vida”.

El “cielo” es un espectáculo permanente y sobrecogedor que invita a ser observado con paciencia, mientras nos transmite una especial emoción, porque, como afirmaba Platón, "la astronomía incita al alma a mirar hacia las alturas y nos conduce desde este mundo a otro". Y una in mejorable ocasión para aventurarnos en este “viaje” es a través de Carl Sagan, el "poeta de la astronomía” y su relato sobre la fotografía de la Tierra titulada Pale blue dot (Un punto azul pálido).

Carl Edward Sagan (1934-1996), popular astrónomo y divulgador científico de Estados Unidos que trabajó durante años para la NASA. Fue pionero en campos como la exobiología y promotor del proyecto SETI (literalmente, Búsqueda de inteligencia extraterrestre). Conocido por el gran público por la serie para la televisión Cosmos: Un viaje personal, presentada por él mismo y escrita junto con su tercera y última esposa, la científica Ann Druyan. Fue titular de la cátedra de astronomía y ciencias del espacio de la Universidad Cornell en Estados Unidos. Visionario de personalidad emblemática y de fuerte carisma, intentó toda su vida acercar la ciencia, mostrándola como una manera de pensar y descubrir el mundo: desde las partículas elementales constituyentes últimos de la materia a los organismos vivos, la comunidad de seres humanos y el Universo contemplado en toda su globalidad. WIKIPEDIA

Un punto azul pálido (Pale Blue Dot), es una fotografía de la Tierra tomada por la nave espacial Voyager 1 a una distancia de 6.000 millones de kilómetros y el título de un libro de Carl Sagan inspirado en esta fotografía. Muestra la Tierra como una mota de luz casi imperceptible por el fulgor del Sol. La foto fue tomada el 14 de febrero de 1990. En 2001 fue seleccionada por Space.com como una de las mejores diez fotos científicas del espacio de la Historia. WIKIPEDIA


En el presente vídeo, con música de Vangelis (Heaven and hell) y subtítulos en castellano, Carl Sagan, declarado agnóstico, emociona con palabras que iluminan el pensamiento. Es difícil abstraerse de nuestra realidad diaria y sentir, más allá de la diversidad de nuestros orígenes, raza, cultura, ideología, aficiones, etc., lo insignificantes que somos en el universo y, al mismo tiempo, lo privilegiados y especiales que somos por tener la suerte de vivir en “nuestro mundo”. Pura poesía. Conmovedor. Dedicado a mi hadita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Manolo:

Cuánta verdad hay en esas palabras tan bellas, es decir no son solamente bellas metáforas es la verdad pronunciada por su voz una voz que nunca dejará de dar su mensaje es decir a cada generación.

Es mágica su voz es como si no pasara el tiempo, por eso es mágico escucharlo; aunque haya pasado muchos años su herencia es para todos nosotros los que vivimos en este punto insignificante pero tan lleno de belleza a la misma vez!

¡Muchas gracias,
con gratitud y afecto
Cristina!

Atistirma dijo...

!Hola Cristina¡... cuando era más joven (cómo pasan los años) tuve la fortuna de descubrir a Carl Sagan a través de la literatura de ciencia ficción ("Contact") y, del mismo modo, me convertí en un seguidor fiel de la serie de TV "Cosmos"... Mi percepción de la vida en este planeta cambió de la nada al todo y, aunque todos sabemos que la realidad, la difícil realidad, supera muchas veces nuestra visión ideal o utópica de las cosas que nos rodean, Carl Sagan me ayudó a tomar una perspectiva más "real" de mi diminuta existencia en el océano infinito de nuestro universo. Y es que, a pesar de todo, hay que disfrutar de la vida e intentar mejorar la de los demás... porque ese es un privilegio que tenemos y no lo podemos desaprovechar. Un beso.